23 ago 2021

Reseña #171 - Ruin and Rising (Shadow and Bone #3)

Título:
Ruin and rising
Autor: Leigh Bardugo
Número de páginas: 422
Saga: Shadow and Bone #3
Editorial: Henry Holt & Company
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Sinopsis oficial
"The Darkling rules Ravka from his shadow throne. Now the nation's fate rests with a broken Sun Summoner, a disgraced tracker, and the shattered remnants of a once-great magical army. Deep in an ancient network of tunnels and caverns, a weakened Alina must submit to the dubious protection of the Apparat and the zealots who worship her as a Saint. Yet her plans lie elsewhere, with the hunt for the elusive firebird and the hope that an outlaw prince still survives. Alina will have to forge new alliances and put aside old rivalries as she and Mal race to find the last of Morozova's amplifiers. But as she begins to unravel the Darkling's secrets, she reveals a past that will forever alter her understanding of the bond they share and the power she wields. The firebird is the one thing that stands between Ravka and destruction—and claiming it could cost Alina the very future she’s fighting for."

Empecé amando esta trilogía, pero el tras el segundo libro y el comienzo de este tercero mis ilusiones se vinieron abajo. Por si os interesa podéis leer las reseñas de Sombra y Hueso y de Asedio y Tormenta que hice.
 
Ruin and Rising, o Ruina y Ascenso es la tercera y última parte de esta trilogía. Comienza con Alina y el resto del grupo en los túneles bajo la ciudad, gracias a la ayuda del Apparat. Alina está empeñada en conseguir el tercer amplificador para poder derrotar de una vez al Darkling, pero no les va a ser fácil salir de su escondite sin que éste los encuentre y comienza una guerra que podría acabar muy mal.

El principio de este libro se me hizo muy lento. Si ya de por sí el segundo me desencantó, con este casi abandono la trilogía. Hasta casi la mitad del libro no empieza a coger ritmo y a pasar cosas importantes. 
Lo mejor de esta última parte ha sido el poder conocer más sobre Morozova y sobre la historia de Baghra y Alexander. La verdad es que todo lo anterior a Alina y al Darkling me resulta muy interesante. El mundo que construye la autora es fantástico y, por eso, disfruto tanto cuando se adentra en él y no se centra en Alina y Mal.

Lo siento, pero es que no me gusta Alina, y Mal le hace un flaco favor existiendo. Muchas veces me da la sensación de que cuando él no está es cuando ella brilla más. Es como si la presencia de Mal bloquera a la verdadera Alina. Por eso el primer libro me gustó tanto porque Alina con el Darkling era un sí total. Mal es el personaje de toda la trilogía que menos me gusta y si no fuera porque acaba siendo importante para la trama no entendería por qué la autora no se deshizo de él desde el principio.
 
Los secundarios tienen un papel bastante relevante en esta historia, aunque tengo que quejarme con el trato que recibe Nikolai porque es uno de mis personajes favoritos y le ocurre una cosa que me pareció muy sin sentido, y que tampoco se arregla como me habría gustado. Eso sí, sigue siendo de lo mejor del libro. También le he cogido mucho cariño en esta tercera parte a Tamar y Tolya y a Zoya. Los hermanos siempre me gustaron mucho, pero a Zoya ha sido en este libro cuando le he pillado el punto.

Como ya dije, la primera mitad del libro se me hizo muy pesada, pero cuando empezaron a ocurrir cosas no pude parar de leer hasta terminarlo. Así que bueno, hablemos del final. 
He leído en varias reseñas opiniones de todo tipo acerca del final y he de confesar que a mí me gustó. Hay algunos detalles que me chirrían y cosas que se arreglan demasiado rápido, pero a rasgos generales me convence. Creo que es una forma de justificar la existencia de Mal y me parece muy bonito como se resuelve el tema del último amplificador y el cierre de Alina.
Además, como acaban los protagonistas me pareció apropiado. Encajaba con todo lo que se venía contando anteriormente.
Algo que me gusta mucho de los finales es cuando te lo hacen pasar mal, cuando paree que va a suceder una cosa y no sabes con seguridad si va a ser así, o si hay algún truco detrás y en esos momentos estás con el corazón que se te sale del pecho. La autora ha conseguido que yo estuviera así, y eso que realmente ni me importaba si le pasaba algo malo a Alina o a Mal.
La única pega que le pongo es que me habría gustado algo más para el final del Darkling. No sé, es un personaje que me gusta, que puedes entender por qué se convierte en lo que es y creo que merecía algo más espectacular.


En resumen, creo que la trilogía se cierra de una forma adecuada que, al menos a mí, me ha dejado conforme. Quizá le sobra un poco de relleno al principio y le falta más acción, pero estoy contenta de haberme adentrado en el Grishaverso de nuevo. Sin duda, el mundo creado por Leigh Bardugo es genial. 


Puntuación: 3/5 cupcakes



                                                         




¿Y vosotros? ¿Sois defensores o detractores del final?
 
 

 







2 comentarios:

  1. ¡Holaaaa!

    Visto lo visto creo que hice bien en abandonarla después del segundo tomo, que a mí también me minó bastante la moral jajaj
    En fin, que pena que la primera parte se haga tan lenta, a pesar de que luego se arregla un poco la cosa, pero es que siendo final de trilogía... debería ser trepidante de principio a fin. Encima a mí Alina y Mal no me gustan nada de nada, son dos personajes con los que no conecto. El Oscuro es el que más me intriga y veo que falta un poco de profundidad en este libro, una pena porque desde luego su pasado parece de lo más interesante.

    ¡muuuchos besos!

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    Respuestas
    1. ¡Hola! Opino exactamente igual que tú. El Oscuro me gustaba mucho más que Alina o Mal. Es una pena, porque el universo es muy guay.

      ¡Saludos!

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