Reseña #277 - Todas las palabras que no me han dicho

Título: Todas las palabras que no me han dicho
Autor:  Véronique Poulain
Número de páginas:144
Editorial: Nube de tinta
Ficha: Aquí


¡Gracias a la editorial por el envío del ejemplar! 









Sinopsis oficial
"Ser adolescente no es nada fácil, y menos aún si, como Véronique, se vive con un padre y una madre un tanto especiales, que no puede comunicarse como el resto del mundo. Fuera de las paredes de su casa, la gente cuenta historias, se enfada, ríe y ama. Los padres de Véronique también hacen todo esto, pero con las manos: son sordomudos.
Las pequeñas anécdotas e historias familiares son tan irreverentes como reflexivas, tan sencillas como profundas, tan singulares como cercanas a nuestras experiencias. De lo que podría haber sido un drama, Véronique Poulain hace una comedia: un libro único sobre una familia que también lo es."

 Todas las palabras que no me han dicho no es una novela de ficción, son pequeñas historias que Véronique nos cuenta, detalles que ha vivido mientras crecía.
Los padres de Verónique son sordomudos, su tío también lo es, y su mujer, pero por suerte ni ella ni sus primos son sordomudos. En este libro Véronique nos cuenta lo difícil que le ha resultado vivir en una casa en la que no se hablaba, no poder comunicarse con sus padres de forma normal, sino por gestos.

La lectura de este libro me ha resultado curiosa, sobre todo al principio porque la autora no te pone en contexto y había situaciones que me resultaban totalmente inverosímiles. Por ejemplo, cuando la protagonista es pequeña, no existía el lenguaje de signos para sordos y sus padres inventaban los gestos, todo el mundo os miraba por la calle, como que los discriminaba... y eso hoy en día no se ve. A veces soltaba cosas que me dejaban muy pillada, pero claro, luego explica la situación y la época y me cuadra.
Yo no sabía que el lenguaje de signos fuera algo tan reciente y que hasta hace unos 50-60 años cada persona sorda inventara signos según su criterio. Además, tengo una amiga que estudia lenguaje de signos y sabía ciertas cosas por lo que me ha interesado aún más esta historia.

El mayor problema que he tenido ha sido que la protagonista se me hacía insoportable muchas veces. Se enfadaba porque sus padres fueran sordos, como si tuvieran ellos la culpa, o se avergonzaba delante de sus amigos. Hay situaciones en las que trata muy mal a sus padres, me daban mucha pena porque además no eran conscientes, me daban ganas de darle una bofetada a Véronique.

Por otra parte, algunas anécdotas me han gustado mucho, especialmente cuando cuenta cómo sus padres y sus tíos influyeron en el desarrollo del lenguaje de signos en Francia. Además, hay cosas que nunca había pensado sobre los sordos y la convivencia con ellos como por ejemplo el hecho de que hacen muchísimo ruido en cosas cotidianas porque no son conscientes de que lo están haciendo. Una de las cosas que cuenta la autora es que había días que se despertaba por los portazos que daban sus padres, o el ruido que hacían dejando las cosas encima de la mesa o al ir al baño. No me había parado nunca a pensar en esto, y la verdad es que podía entender su malestar.
También hay muchas anécdotas divertidas sobre cómo el lenguaje de signos los ayudaba en ciertas ocasiones, como en un concurso al que va su tío, o el poder comunicarse con sus padres en secreto sin que nadie supiera de qué hablaban. Además, según cuenta Véronique los sordos son unas personas muy sexuales, muy conscientes de su cuerpo y orgullosos de él porque es su medio de comunicación. Hay varias anécdotas de este tipo que me han gustado mucho porque tampoco pensaba que fuera así.

En resumen, no es un libro que tenga una gran trama, pero es interesante y rápido de leer. Tiene cosas de la actitud de Véronique que no me han gustado, pero el libro me ha gustado, me ha resultado curioso. Si alguno estudia lenguaje de signos o le interesa el mundo de los sordomudos es un libro que le recomiendo bastante.

Puntuación: 3/5 cupcakes